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Realidad Subjetiva.

dominación

Dominador y dominado insumisos. Integración.
El caso más interesante es aquel en que ambos individuos se reconocen como  
tales y reconocen de igual modo al otro. Ninguno de ellos desea dominar ni ser  
dominado ya que han experimentado la dominación en ambos roles y les desagrada.  
Ambos son conscientes de que existe la posibilidad de una dominación y la quieren  
evitar. Para ello ponen los medios oportunos. En este caso no hablaremos de dominador  
y dominado ya que el papel que juegan ambos individuos es similar al no existir la  
asimetría de dominación.
Cada individuo se reconoce a sí mismo como único, irrepetible e irremplazable y  
reconoce asimismo al otro. Cuando ambos individuos se relacionan no se niegan, esto es  
no se pelean por el espacio y el protagonismo en la relación, sino que cada uno abre su  
propio espacio y su propio yo y entre ambos tratan de conducirse a terrenos donde  
ambos estén a gusto y puedan expresarse con soltura. En estos términos es difícil que se  
produzca una dominación. Siguen existiendo muchas asimetrías que enriquecen la  
relación y a los individuos (si la relación fuese completamente simétrica uno se estaría  
relacionando consigo mismo). Pero no existe lo que hemos llamado asimetría de  
dominación, que es una o varias asimetrías (normalmente marcada(s) ) de la relación  
que permiten que uno domine al otro. Aún existiendo la posibilidad de dominar ambos  
la descartan y tratan de no hacerlo aunque ello no suele ocurrir al cien por cien.  
Normalmente uno será más hábil en unas cosas y el otro en otras pero en vez de  
humillarse mutuamente en esos terrenos, el más hábil tratará de disfrutar enseñando al  
otro lo que sabe y este disfrutará aprendiéndolo. De esta forma se van reduciendo  
algunas de las asimetrías.
 El placer no proviene de la dominación, sino de la integración de ambos  
individuos que se relacionan y se enriquecen. Si cada uno por separado disfruta y es  
capaz de pensar y de crear belleza, juntos lo hacen aún en mayor medida y además se  
producen sinergias que hacen que el resultado final sea aún mayor que la suma de uno  
más otro por separado.
Por tanto la alternativa a una relación de dominación es la integración. Relación  
en la que los individuos no tratan de imponerse unos sobre otros sino que cada uno cede  
parte de su yo y disfruta con el resultado producido al integrarse dos o más identidades.  
La integración es una relación que enriquece a todos los que participan de ella y en la  
que nadie se siente excluido, como era el caso del dominado.
Veamos ahora un ejemplo. Supongamos una persona que tiene dos amigos y  
estos no se conocen entre sí. Una noche quedan los tres. El papel del amigo común es  
claramente asimétrico respecto a los otros dos, él conoce bien a ambos. Sobre este  
amigo común recaerá al menos al principio la responsabilidad de que las tres personas  
puedan entenderse. Él es quien inicialmente deberá llevar la relación por una senda en la  
que los tres se encuentren a gusto y puedan expresarse a su modo. Lo más probable es  
que si este amigo común no es lo suficientemente hábil como para conseguir estoalguno de los tres (o los tres) sufra(n). El amigo común sufrirá viendo que la noche que  
había preparado está siendo un desastre y probablemente los otros dos se aburran o se  
sientan marginados (caso en él que el amigo común se asocie claramente con uno y deje  
al otro de lado). Vemos claramente que existe una asimetría, pero que no  
necesariamente ha de conducir a una dominación puesto que el amigo que tiene el papel  
destacado lo puede impedir o al menos puede tratar de impedirlo.
A medida que va creciendo el tamaño del grupo el individuo va siendo más  
pequeño en él. Ello hace que muchas personas no se sientan cómodas en grupos  
grandes. Pero supongamos un grupo de diez amigos tomando café en un bar. La  
conversación es fluida y todo el mundo participa con mayor o menos frecuencia. Sin  
embargo suele ocurrir que hay una o dos personas que “llevan la voz cantante”,  
participan más en la conversación y de alguna manera marcan los tempos de la misma.  
De nuevo estamos frente a una asimetría y de nuevo no tiene por qué dar lugar a una  
dominación. Si todo el mundo se siente a gusto en el grupo y todos pueden decir lo que  
piensan, enriquecer al resto y enriquecerse de ellos, el papel del individuo asimétrico no  
será el de un dominador, sino el de un catalizador.  
Sabemos que en un debate suele haber un moderador para establecer los tiempos  
del mismo, si el moderador es bueno el debate será fluido y se podrá hablar de todo.  
Tras una charla o reunión pueden surgir preguntas u opiniones y siempre hay alguien  
que se encarga de asignar los turnos de palabra.  
El catalizador es un individuo que interviene en la relación del grupo haciéndola  
más dinámica. Le da ritmo al asunto y motiva a los otros a intervenir. Cuando el  
catalizador se vaya, el grupo puede continuar si encuentran un nuevo catalizador o son  
capaces de alguna forma de seguir entendiéndose. El grupo también puede escindirse si  
no son capaces de ponerse de acuerdo o puede incluso disolverse. Lo ideal es que el  
catalizador no sea siempre el mismo sino que en cada ocasión ejerza como tal un  
individuo distinto, sin embargo esto no es tan fácil porque hay personas con más  
iniciativa que otras. En cualquier caso el catalizador no debe hacerse el dueño del grupo  
sino dejar a todo el mundo que exprese lo que quiera y es bueno que un individuo con  
fuerte iniciativa para ser catalizador deje a veces este rol a otros y vea la feria desde otro  
punto de vista.
Veamos las diferencias entre un catalizador y un líder. Leader proviene del  
inglés lead (guiar, dirigir, conducir // ser el primero ...). El líder conduce a su grupo por  
él camino que él estima y el grupo le sigue y se identifica con él. El líder es quien opina  
y el resto se suma a sus opiniones (o se marcha del grupo). El líder es claramente la  
persona más importante del grupo y no es reemplazable a no ser que surja otro líder. El  
grupo se identifica desde dentro con su líder y es identificado con él desde fuera. Es  
claro que el papel del catalizador es radicalmente distinto al del líder. El catalizador es  
el individuo asimétrico en una relación de integración y el leader lo es en una de  
dominación. El líder no tiene interés en romper con la dominación, mientras que el  
catalizador sí.
Cuando el tamaño del grupo se hace considerable no es fácil, al menos yo no lo  
concibo, que funcione todo él en integración con uno o varios catalizadores. Si el grupo  
se va escindiendo si puede ocurrir esto (en subgrupos locales). Pero el grupo como un  
todo lo más probable es que funcione bajo dominación y haya uno a varios lideres que tomen las decisiones y digan a los otros que es lo que hay que hacer. El problema de los  
grupos grandes es quizás el más complejo y de difícil solución de todos, lo trataremos  
con detalle más adelante.

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